Sinceramente lo hubiera preferido, quizás hubiera estado más exultante, pero no podemos negar la historicidad del día. El 20 de enero de 2009 pasará a la historia por la toma de posesión del primer presidente «afroamericano» (que es más políticamente correcto que decir negro) de la historia. Claro que Obama tampoco es muy negro, quizás eso aplaque los ánimos de los racistas furibundos que aún, por desgracia, quedan en Estados Unidos y en buena parte del resto del mundo.
Pero hoy todas las miradas, todas las esperanzas, estaban puestas en el hombre que se tiene que enfrentar a una crisis de monumentales dimensiones, a los desaguisados de la administración Bush y a un mundo convulso y sin un rumbo muy definido. ¿Podrá frenar la masacre genocida de Gaza? ¿Podrá lograr la tan ansiada «alianza de civilizaciones» y, como dijo en su discurso, lograr vínculos pacíficos y de respeto con el mundo musulmán? No cabe duda que Obama es el hombre de los retos y de la esperanza, la esperanza de un pueblo que parecía haberla perdido después de la catastrófica «era Bush». Pero hoy fue realmente emotivo escuchar a Aretha Franklin y unir nuestra esperanza a la de toda la humanidad «de buena voluntad» que realmente apuesta por construir un mundo mejor y en paz. Pero no olvidemos que la paz y la justicia pasan por la igualdad entre todas las personas y como dice el slogan feminista: «No es democracia si no estamos nosotras». Esta vez Hillary Clinton no ha podido, pero si lo de Obama ha sido posible llegará el día en que el gobierno del mundo se podrá repartir a partes iguales entre mujeres y hombres. Hasta entonces trabajeremos porque el próximo «Yes, we can», se refiera a nosotras.
Hola, María!
Soy María José, de Barcelona. Ha sido una auténtica casualidad que esta noche me pusiera a buscar mi pasado para encontrar esta página tuya. Te envié algún mail a trabajo social, pero no tuve respuesta. Espero que leas esto y me digas algún correo que tengas ahora o algo así. Creo que tengo tu número en otro móvil que ya no uso y ni se enciende. Espero que me digas algo, aunque como siempre, debes de estar superocupada.
Muchos besos y un saludo.
Ah!! Yo también me avergüenzo muchas veces de ser humana…. y a veces también de casi ya no serlo….