No he leído los cientos de análisis post-electorales que deben estar haciendo sesudas mentes de este país, ni pienso hacerlo, sólo he podido leer los comentarios de mi “reducido” (algo más de 1.500) grupo de amistades de Facebook donde la desolación, el cabreo y la incredulidad son los sentimientos más percibidos. Pero yo debo vivir en una burbuja de progres porque está claro que en este país, más de 11 millones de personas prefieren a la derecha (sumando PP + Ciudadanos), ya que Unidxs Podemos y PSOE no llegan a 10 millones y medio, eso sí, un 30% de habitantes de la madre patria se quedaron en sus casas/playas/estadios de fútbol/bares,… tocándose las narices y permitiendo que otrxs tomen las decisiones por ellxs.
Voy a hacer un análisis absolutamente simplista: el enemigo es la derecha, las políticas antisociales, el austericidio, la desigualdad, el recorte de derechos y recursos,… Mientras las formaciones progresistas sigan batallando entre ellas, la derecha crece y crece. Y, o los machis que dirigen las formaciones políticas se replantean un cambio de estrategia, hacen autocrítica y parten de una agenda de mínimos que les unan, más que echarse en cara lo que les separa, o la ciudadanía seguirá (seguiremos) igual de jodida. Y no me vale el argumento del PPSOE y equiparar a ambas formaciones, porque en política económica el PSOE ha metido la pata hasta el fondo, pero en política social ha habido diferencias sustanciales, ¿o hay que recordar quién aprobó la Ley de matrimonio igualitario, por ejemplo, y quien la recurrió al Constitucional? Los avances en igualdad de derechos en este país los ha propiciado el PSOE cuando ha gobernado, y eso no quiere decir que si hubiera gobernado IU o Podemos no lo hubieran hecho, pero de momento es lo que hay. Lo que está claro es que, salvando ese millón doscientos mil votos “desaparecidos”, la confluencia Unidxs Podemos no ha logrado movilizar a un electorado desencantado con la política (un poquito de autocrítica no vendría mal y nuevas estrategias tampoco) y que la falta de diálogo entre las formaciones nombradas lo que ha conseguido es aupar aún más al PP. Durante la campaña pareciera que el adversario a vencer era el PSOE por parte de Unidxs Podemos y este último por parte del PSOE cuando el divide y vencerás lo único que ha conseguido es lo que ya sabemos. Estoy harta de mensajes cruzados entre Sánchez e Iglesias y viceversa, si estos dos, y otras formaciones progresistas, no logran ponerse de acuerdo igual es tiempo de renovación y nuevos liderazgos.
Yo esperaba un cambio, millones de personas lo esperábamos, esperaba sonreír la mañana del 27 tras haber desalojado a la derecha del poder, pero ahora tienen 14 escaños más en el Congreso (no hablemos del Senado que me deprimo más) y una legitimidad mayor para formar un nuevo gobierno que nos abocará a mayores pérdidas de derechos. El dichoso “sorpasso” nos ha costado caro.
Ahora tenemos que esperar un milagro o cuatro años de recortes suicidas mientras se arma una oposición potente que logre volver a vincular a la gente con la política, que se curren la participación democrática de verdad, no en las urnas cada cuatro años, tenemos que recuperar la movilización social, activar las plazas,… Nunca he entendido cómo se llenó Sol cuando gobernaba Zapatero y en los cuatro años brutales del PP no ha habido una movilización semejante. Ayer una mayoría de votos legitimó la corrupción, la falta de ética política, los recortes, la desigualdad,… y habrá que cuestionarse por qué. Soy consciente de que el voto de la derecha es absolutamente fiel, así roben, estafen y nos masacren lo más grande, pero, o empezamos a generar cultura democrática y crítica en las nuevas generaciones (y no precisamente las del PP), o esta España nuestra de charanga y pandereta no acabará nunca.
Mientras la Europa social se desmorona y la ultraderecha activa el miedo a la diversidad y nos construye nuevos enemigos, en España se acaba de legitimar un camino similar. Ahora sólo me cabe esperar una utopía: que las mujeres feministas de todas las formaciones que se dicen de izquierdas pongan un poco de cordura, primen un pacto de género y sean ellas las que den el auténtico sorpasso, si no es así, jamás lograremos una nueva política y un nuevo país. De momento, éste ha estado “a favor” del miedo, de lo malo conocido, de los ladrones de guante blanco, de la usura, de los mercados, del capital, de los bancos,… La ciudadanía tendrá que seguir esperando, la clave está en si hacerlo sentadas/os frente a las redes sociales o tomando las calles. Yo sigo pensando que sí se puede, y que no me importaría votar por Ada Colau for president! Mi niego a seguir dando mi voto a unos machis que pasan olímpicamente de mis necesidades y problemas. Fin del análisis simplista.
Para ser un análisis simplista has estado brillante…. solo cabe decir Amén…. ya puestos en situación, claro.