Ese es el imaginario que se está construyendo de las mujeres a través de las redes sociales. Facebook es mi red social por excelencia, apenas uso Twitter y es cierto, soy bloguera, este blog lo demuestra, pero no soy una gran activista por estos medios. En mi muro de Facebook vivo en una burbuja feminista pero nada más salir de ahí, los pelos como escarpias. En estos días, sin ir más lejos, dos noticias que descubro en la red, de ambas se han hecho eco distintos medios de comunicación: una es el comunicado de Tania Sánchez y Rita Maestre defendiendo su derecho a la autonomía, a no ser “novia o exnovia de”, la otra es el tuit de una de las protagonistas de “Juego de tronos”, cuestionando la excarcelación de un violador.
Ambas noticias están seguidas en las redes de cientos de comentarios que no tienen desperdicio. En el caso Sánchez-Maestre he consultado diversos medios, y en Facebook abrí, entre otras, la noticia que publicaba “El País” (sí, ese medio que incorpora a Rubalcaba a su Consejo Editorial, noticia también reciente); pues bien, de los más de 260 comentarios en el momento de leer la noticia, el que se llevaba la palma en número de “me gusta” era el que puede leerse a continuación:
En la misma línea había cientos, aunque para no faltar a la verdad también había muchos en contra que defendían el comunicado de ambas y su derecho a ser consideradas mujeres en política, sin que coleen sus novios, amantes, maridos o cualquier machi que se vincule a ellas. Y da igual que fuera “El País”, “Público”, “El Mundo”,… todos los medios que se hicieron eco de la noticia acumulaban cientos de comentarios machistas y misóginos. Da igual lo que hagan las mujeres: si son pareja de… mal, si rechazan esa etiqueta… mal, si ascienden en política… mal (y además ya se sabe que ascienden porque son unas trepas que se follan al líder [siempre machi, obvio], para ascender, por supuesto, no porque les guste simplemente, no, siempre hay un objetivo oculto),… ya decía en un post anterior que para el patriarcado, hagamos lo que hagamos, siempre seremos condenadas.
Resulta curioso cómo tras las pantallas parece que nos crecemos y adquirimos carta blanca para juzgar, cuestionar, destrozar,… a alguien sin conocer realmente a esa persona, máxime en el caso de las mujeres. Pero a nosotras se nos juzga en base a dos parámetros fundamentales: en función de nuestras relaciones con los hombres y en función de cuánto abrimos o cerramos las piernas (que lo hagamos voluntariamente o no es un “pequeño” detalle sin importancia). Y esto trae a colación la segunda noticia, “he pasado más tiempo usando mi máscara de pestañas que Brock Turner en la cárcel”, ese fue el tuit con el que Maisie Williams, actriz que interpreta a Arya en la mencionada serie, se sumaba a las voces discrepantes que entienden que le ha salido demasiado barato al tal Turner su “hazaña” violadora (tres meses de prisión), pero al igual que en la noticia anterior, los comentarios no tienen desperdicio. Véase una muestra:
«Que dos personas borrachas tengan una relación consentida y, en el proceso, una de ellas pierda la consciencia y la otra no se dé cuenta es un caso TOTALMENTE distinto.» (Frankie Rider)
«Los dos estaban borrachos. El alcohol tarda su tiempo es hacer el máximo efecto. La chica empezó las relaciones consciente y luego al terminar el acto tuvo un relax que la sumió en la inconsciencia.Vinieron dos suecos enormes gritando al chico y se asustó y huyó.» (José Luis Montes). Le faltó añadir: pobrecito violador!
«Dicen que entre el parar y el correr, está el andar. Así que camine usted tranquila. Salga de su casa y actúe con moderación. Sea prudente. No beba hasta la inconsciencia y nadie se aprovechará de usted.» (Frankie Rider, el de antes). Ya sabéis chicas, sed moderadas y nadie os violará!
El eterno cuestionamiento a la víctima en lugar de al agresor… No voy a hacer un profundo análisis porque hablan por sí solos, pero entre este destile de misoginia, la sentencia que legitima que un mando intermedio de “El Corte Inglés” llame “chochitos” a sus empleadas o el médico que diagnostica a una paciente que está mal follada (o por ser exacta, “no bien follada”), menuda semanita me han dado las redes sociales! Y lo peor es que me temo que continuará…