El año de las mareas

El último día de 2012 se ha despertado frío y oscuro, tal vez ha querido reflejar de forma simbólica lo que ha sido este año.  La frialdad de un Gobierno que no ha dudado ni un segundo en mermar la calidad de vida de la ciudadanía que dice representar y sumir en la desesperanza a millones de personas. Pero frente a eso también ha sido el año de la reactivación del activismo, de los colores de las mareas frente a la oscuridad de un Gobierno gris e incompetente.

Comenzamos febrero tiñendo las calles de violeta, la marea violeta contra los recortes en políticas de igualdad ha estado presente en todas las movilizaciones que se han llevado a cabo a lo largo de 2012 en todos los puntos de nuestro país. Compartimos calles con el verde de la educación, el verde que simboliza la esperanza de que un cambio es posible y que toda transformación ha de contar con una educación pública, coeducativa, laica y de calidad para todxs. Compartimos el naranja contra los recortes en Servicios Sociales, un pilar fundamental del Estado de Bienestar que está profundamente dañado «gracias» a las políticas conservadoras de la derecha más rancia. Compartimos el blanco de la sanidad pública, gratuita y universal frente a la mercantilización y privatización de la misma. Compartimos el negro del duelo por la pérdida de derechos, por la pérdida de empleos,… con la minería, con el personal de la Administración Pública. Compartimos el amarillo de la cultura, de las bibliotecas públicas, de la necesidad de acceso libre y gratuito al conocimiento. Compartimos el rojo de la lucha obrera, de la lucha sindical, de la lucha de una izquierda demasiado desunida frente al bloque pétreo y el rodillo de la mayoría absoluta. Y compartimos los colores de la bandera del Arco Iris, de la diversidad afectivo-sexual, en un año que ha supuesto el reconocimiento constitucional del matrimonio igualitario.

2012 ha sido para el des-Gobierno el año de la venta de la marca «España» como garantía de solvencia y de que «aquí no pasa nada», mientras vivíamos la infamia de la inhabilitación de Garzón al tiempo que los corruptos campaban a sus anchas, mientras se modificaban leyes para que mafiosos como Adelson se instalaran en nuestro país al tiempo que el peso de la ley caía siempre sobre los/as mismos/as, quienes menos tienen (2013 será el año del tasazo judicial por el que la Justicia ya no será justa).

Mientras 2012 ha sido el año del aumento de la pobreza, de la caída de nuestros país en indicadores sobre igualdad de género, de la salida masiva de jóvenes que buscan un futuro mejor que nuestro país no ofrece (sí, esos/as que viajan por «espíritu aventurero»),… 2013 se espera aún peor. Y no es que una sea pesimista por naturaleza, que también, es que me temo que es en lo único que no nos está mintiendo el Gobierno, que nos prepara «psicológicamente» para nuevos recortes de derechos.

Pero frente al estrangulamiento gubernamental, nuestros colores seguirán vivos y más fuertes que nunca. Ojalá 2013 sea el año de la unión, de las redes, de las mezclas de colores por una lucha común, hoy más que nunca no nos puede vencer el miedo o la desesperanza.

Brindemos por un 2013 cargado de activismo y de igualdad compartida. ¡Feliz año!

No es país para sinWERTgüenzas

Pensaba titular esta pequeña reflexión «No es país para gente decente», parafraseando la peli de los hermanos Coen (que por cierto, aún no he visto), pero como creo que la gente decente sí tiene (tenemos) un hueco en este país, y lo que sobra es la escoria, los/as indecentes, los ladrones de guante blanco, los mangantes, estafadores, vividores y explotadores del dolor ajeno, pues eso, al final en un arranque de optimismo, impropio en mí, lo titulo en positivo.

Este post viene motivado porque cada vez más me siento menos orgullosa de ser española, en la época de Aznar y el trío de las Azores me pasaba lo mismo. El mamoneo gobernante me produce una sensación de desasosiego y frustración importante, la desfachatez de los fachas (de quienes siempre pienso que no puede llegar más lejos y siempre me equivoco) es tal, que no entiendo cómo todavía puedo seguir abriendo la prensa sin salir corriendo a vomitar. En los últimos días hemos asistido a frases memorables. Después del «que se jodan» de Andrea Fabra, nos llega la inefable Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, diciendo que lxs jóvenes en este país no emigran por falta de oportunidades sino por «espíritu aventurero«, o la «simpática» diputada del Parlamento valenciano, Pilar Sol, que aseguró que lxs pobres gastan las prestaciones sociales en teles de plasma, o el desvergonzado Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que tras la que hay montada en Madrid para protestar contra la privatización de la sanidad madrileña, afirma que la acción de «abrazar los hospitales» como símbolo del apoyo a la pública es «una muestra de afecto«. ¡¡¡Y se quedan tan anchos!!!

Es que les da igual todo, les da igual que la sanidad madrileña esté en pie de guerra, les da igual dejar a casi toda la plantilla de TeleMadrid en la puñetera calle para colocar a lxs de su cuerda, les da igual incumplir su programa electoral, cargarse la atención a la dependencia, reducir las pensiones, volver a modelos educativos franquistas que no respetan la diversidad lingüística del país,… Lo único que no les da igual es enriquecer a lxs suyos, eso es lo único que les importa. Cuando veo la detención de Díaz Ferrán y la pasta que acumulaba en su casa (y fuera de su casa), se evidencia que no estamos ante una crisis, sino ante un monumental atraco. Pero también les da igual, por mucho que hablemos del reparto de la riqueza, de lo injusto que se está volviendo este país, de la expulsión acelerada de cada vez más familias del sistema, del derrumbe del Estado de Bienestar y el consiguiente aplastamiento de quien pilla debajo, mientras ellxs tengan garantizadas sus prebendas y emolumentos todo estará «bien» (eso sí, a ser posible en torno a 10.000 € al mes, que ser político/a por menos como que no).

Lo de Díaz Ferrán (y lo de todos los «Díaz Ferrán» que aún no conocemos) impulsa a emigrar (y no precisamente por «espíritu aventurero) o coger una metralleta, pero como una es pacifista y tampoco tiene recursos para emigrar, habrá que agudizar el ingenio y el aguante para que lo que nos queda por delante: unidad y resistencia.Y buscar alternativas políticas… esas que en estos momentos no encuentro. ¡¡¡Madina!!! ¿dónde estás? ¿Cabe la posibilidad de que para las próximas elecciones exista un partido político (de izquierdas, por favor) tan cohesionado y tan coherente que se postule como alternativa real a lxs fachas? En estos momentos de desencanto, lo dudo. Igual dentro de algunos post estoy más animada, no sé si será la navidad o la prensa, pero despúes de ver cómo se indulta a torturadores y estafadores y enchironan a un joven rehabilitado por una papelina de nada, y mientras los papeles con la banderita de Europa impresa se acumulan en los bancos suizos, la ausencia de ética y valores me hacen descender a los infiernos.

 

Razones para la huelga

Hay mucha gente que piensa que ir a la huelga no sirve para nada, hay demasiada gente con apuros económicos como para permitirse que le descuenten un día de sueldo, que ya bastante recortado lo tenemos, hay gente que tiene miedo a perder el frágil y precario trabajo que tiene, hay gente que piensa que las políticas de recortes del PP son la única alternativa para salir de la crisis, en fin, hay gente pa’ todo.

Para toda esa gente que no tiene clara la necesidad de la huelga, aquí van algunas razones:

– Porque estamos viviendo un momento «histórico», pero que la historia recordará como la etapa en la que se quebró el bienestar social en España, la época en la que los derechos de ciudadanía fueron aniquilados y el pueblo lo permitió. El sistema se ha convertido en un elemento perverso que en lugar de proteger a la población más vulnerable, garantiza los privilegios de los ricos, expulsando a una velocidad de vértigo a cada vez más personas hacia la exclusión social.

– Porque no estamos ante una crisis, estamos ante una estafa de monumentales proporciones, una guerra económica y un desigual e injusto reparto de la riqueza. Porque las grandes fortunas se incrementan en tiempos de «crisis», mientras la clase trabajadora es asfixiada por el capital.

– Porque los derechos de ciudadanía deben ser universales, porque las personas inmigrantes han de tener derecho a la sanidad pública.

– Porque las mujeres estamos retrocediendo en derechos a épocas preconstitucionales, estando en juego en estos momentos los derechos sexuales y reproductivos que tanto nos costó conquistar.

– Porque la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales deben ser los rescatados y no los bancos.

– Porque la Vivienda es un derecho constitucional que se está vulnerando a diario.

– Porque vivimos en un país con casi 6 millones de personas en paro mientras las grandes empresas aumentan sus beneficios.

– Porque si paralizamos el país con una respuesta masiva, tal vez la mayoría absoluta que nos aplasta se replantee algún cambio, por mínimo que sea, pero si no hacemos nada y seguimos actuando como «borreguitos y borreguitas», nos seguirán machacando hasta que sea demasiado tarde para reaccionar.

– Porque de nuestras acciones presentes, depende nuestro futuro.

Por todas estas razones, y muchas más, me iré a la huelga el 14 de noviembre.

La educación de las niñas

El pasado día 11 se conmemoró por primera vez el «Día Internacional de la Niña«, a propuesta de Naciones Unidas, para recordar que el empoderamiento de las niñas y la garantía de sus derechos resultan fundamentales para alcanzar los Objetivos del Milenio. El eje de la conmemoración se centró en la toma de conciencia sobre el matrimonio infantil y la necesidad de su erradicación. Bajo el lema «Mi vida, mi derecho», Naciones Unidas recordaba que cada año unos 10 millones de niñas en el mundo son obligadas a casarse y que con el fin de estas uniones forzosas se evitarían los riesgos de violencia, embarazos precoces, infecciones por VIH, así como la mortalidad y discapacidad materna.

Y mientras por primera vez se hacía visible a nivel mundial la falta de derechos de las niñas, una de ellas, Malala Yousufzai era tiroteada en Pakistán por defender, precisamente, el derecho de las niñas a la educación. Resulta verdaderamente terrible cuando se aúnan fanatismo religioso y misoginia, algo a lo que nuestro país parece encaminarse con la presión de la jerarquía eclesiástica para que se anulen derechos de las mujeres ya conquistados como el derecho a decidir libremente sobre nuestro cuerpo y la maternidad. Pero volviendo a Malala, mientras escribo estas líneas pelea por su vida con respiración asistida y se ha convertido en el símbolo de la lucha de las niñas por sus derechos, por algo que hoy entendemos tan básico como es el derecho a la educación, pero que hasta hace un par de siglos no se consideraba importante para las mujeres, es más, se consideraba peligroso e inapropiado.

En Europa no se empieza a garantizar la educación de las niñas hasta el siglo XIX, y en nuestro país hasta comienzos del XX las mujeres no pudieron acceder a la universidad. Eso que actualmente suena «prehistórico» para muchas niñas en el mundo sigue siendo una utopía. Al patriarcado no le gusta que las niñas sean listas, que las mujeres tengan conocimientos que puedan contribuir a desequilibrar las bases del sistema, de ahí que todos los gobiernos dictatoriales hayan preferido mantenernos en la ignorancia o educarnos (o maleducarnos) en las «labores propias de nuestro sexo», recordemos si no la vieja «Enciclopedia Álvarez» y el esforzado trabajo de la Sección Femenina por convertir a las niñas y adolescentes de la dictadura franquista en abnegadas esposas y madres al servicio del marido y de la patria.

Cuando leo noticias como la de Malala pienso en la valentía de tantas niñas que defienden sus derechos en las peores condiciones posibles y en la comodidad de las niñas, y especialmente los niños, de nuestro contexto que teniendo las oportunidades educativas a su alcance no las aprovechan (y digo especialmente los niños porque el abandono y el fracaso escolar incide más en ellos).

Urge que nuestro sistema educativo haga una profunda reflexión sobre el sexismo que pervive en él, pese a la actual educación mixta, y apueste por verdaderas escuelas coeducativas, algo que en los tiempos que corren (de conciertos con centros segregados y de eliminación de valores igualitarios del currículum educativo) se me antoja casi tan utópico como la defensa del derecho a su educación de Malala.

Desde este modesto blog mi apoyo a todas las Malalas del mundo. Mientras exista una sola niña a la que se le impida el derecho a la educación, a la que se obligue a casar contra su voluntad, a la que se maltrate o explote,… no podremos decir que vivimos en un mundo civilizado. Y como decía en un post anterior, la clave: feminismo o barbarie.

Aviso a navegantes (sobre mi post anterior)

Hace cuatro años y medio decidí empezar la aventura de ser bloguera. Este era un sitio tranquilo, pequeño, para amigas/os y compañeras/os que luego se fueron extendiendo un poco más pero siempre de forma muy pausada. Recibo una media de 250 visitas al mes, cosa que a mí me alucina, pero que en el mundo de Internet es bastante poco. Hasta ayer.

En 24 horas, el post publicado ayer recibió alrededor de 500 visitas. He escrito post mucho más duros pero mira tú por dónde este ha detonado una “caza de brujas”, sí, porque muchas de las visitas han ido acompañadas de sus correspondientes comentarios. Nunca había tenido que moderar los comentarios en mi blog. En estos cuatro años sólo había tenido que borrar tres o cuatro, denunciados, por cierto, ante la Guardia Civil por su contenido violento. Hasta hoy.

Supongo que a nadie le gusta que vayan a su casa a insultar, pues, y esto es una perogrullada, este blog es mi casa virtual. Y me pueden llamar fascista, intolerante y todo lo que les apetezca pero no voy a permitir comentarios descalificadores e insultantes en este blog. El insulto y la descalificación no entran dentro de lo que yo considero un debate de interés. Y este blog está pensado para que yo, su autora, escriba sus reflexiones y opiniones sobre diversos temas, sin mayores pretensiones. Entiendo que haya gente que esté en absoluto desacuerdo, pero nadie está obligado a leerlo y/o a opinar descalificando. Hay opiniones discrepantes sobre lo que yo he escrito en unos post que se mantienen, simplemente porque la discrepancia es sana y el insulto ofensivo y violento. Y yo no consiento que ejerzan violencia sobre mí ni sobre ninguna mujer. Hay suficientes foros en Internet para llamarnos “feminazis”, “hembristas”, “enemiga de los portadores del nabo” (esta es flipante), pero este NO es ese foro. No en mi espacio, no en mi casa.

Así pues, a quienes me apremiaban una respuesta aquí la tienen. Si siguieran mi blog verían que suelo escribir una vez al mes porque no me sobra el tiempo precisamente. Me asombra que haya gente a quien le sobre y se pueda dedicar una mañana entera a postear el mismo comentario una y otra vez en numerosas entradas de mi blog. ¡Lo que es no tener nada que hacer! Una, como está entre esa población privilegiada y recortada que aun conserva su empleo, no se puede dedicar las mañanas a responder comentarios ofensivos.

Este es el único alegato que voy a escribir en relación a mi post “El poder del pater familias”. No voy a perder mi tiempo en justificar mis ideas, mis conocimientos o mis posicionamientos públicos con gente intolerante (y va especialmente por algunas personas, no todas las que han enviado comentarios han sido maleducadas, pero sinceramente, no tengo tiempo para responder de forma personalizada).

Siempre me ha asombrado la facilidad con la que algunas personas juzgan y opinan sobre determinados temas sin conocerlos. Yo no me imagino diciéndole a un cirujano: mejor corte por allí, que por aquí creo que no procede, o a un químico: huy! esa fórmula no me gusta, mejor le añades un poco de silicio y una pizca de titanio. Pero hay temas en los que todo el mundo pontifica sin tener repajolera idea. Y uno de ellos es la violencia contra las mujeres.

De verdad que lamento profundamente que la mayoría de personas que han comentado mi post parezcan no saber leer. En mi post hablaba, entre otras cosas, de las consecuencias de la violencia de género en los y las menores, pero en ningún momento he negado que existan mujeres que asesinan a sus hijos/as. Sería absurdo negar o falsear una realidad evidente, soy feminista, no imbécil. El problema es que yo estaba hablando de violencia de género, y el fenómeno de las mujeres que asesinan a sus hijos/as, como cualquier persona que asesine a otra, es execrable y merece toda mi condena, pero no es violencia de género. Así que voy a ofrecer una, espero que didáctica y breve, clase sobre la violencia contra las mujeres:

Hay múltiples formas de violencia (a las que NO voy a aludir, por si alguien no lo ha leído), pero yo soy experta en violencia de género, no en el resto de múltiples formas de violencia. La violencia de género es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo. La violencia contra la mujer a lo largo de su ciclo vital dimana especialmente de pautas culturales, en particular de los efectos perjudiciales de algunas prácticas tradicionales o consuetudinarias y de todos los actos de extremismo relacionados con la raza, el sexo, el idioma o la religión que perpetúan la condición inferior que se le asigna a la mujer en la familia, el lugar de trabajo, la comunidad y la sociedad. (Naciones Unidas, Plataforma de Acción de Beijing, 1995)

Las mujeres sufrimos violencia por parte de los hombres por el simple hecho de ser mujeres. Esta violencia adopta múltiples manifestaciones, a saber:

–          Violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico.

–          Agresiones sexuales.

–          Acoso sexual.

–          Tráfico de mujeres con fines de explotación sexual, laboral y matrimonios serviles.

–          Prostitución.

–          Mutilación genital femenina.

–          Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos.

–          Hostigamiento en los espacios públicos.

–          Acoso moral.

–          Violencia de género derivada de conflictos armados.

–          Crímenes de honor.

–          Feminicidio.

–          Violencia de género a través del lenguaje sexista y los productos culturales.

–          Violencia de género a través de la publicidad, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.

–          Violencia económica.

–          Violencia institucional.

–          Violencia de género de carácter ritual, pseudo religioso o religioso.

–          Tolerancia social frente a la violencia de género.

Pues bien, dentro de la violencia de género en el ámbito doméstico, a la que también podemos denominar violencia de género, o violencia masculina, en las relaciones de pareja o expareja, se pueden producir los siguientes subtipos de violencia:

–          Violencia física

–          Violencia psicológica

–          Violencia sexual

–          Violencia económica

–          Violencia social

–          Violencia a través de los/as hijos/as, y aquí hemos llegado, por fin!!!, a la forma de violencia a la que aludía en los primeros párrafos de mi post y que entra de lleno en la violencia de género.

 

Y bien “queridos/as” lectores y lectoras, si habéis logrado llegar hasta aquí creo que puede ser fácilmente deducible que:

1)      No odio a los hombres, rechazo un modelo de masculinidad tradicional que ha perjudicado históricamente a las mujeres, pero también a los propios hombres; rechazo el ejercicio de la violencia en sus múltiples formas; rechazo prácticas y modelos no personas.

2)      No apoyo el exterminio de los hombres, aunque reconozco que algunos merecerían estar encerrados en prisión de por vida (no, no apoyo la pena de muerte, ni siquiera la cadena perpetua). (Pero me hace mucha gracia que todavía exista gente que piense que las feministas queremos asesinarlos a todos, esto de los mitos es un tema apasionante)

3)      Sí defiendo un mundo en el que mujeres y hombres podamos convivir en igualdad, respetándonos, en el que las relaciones afectivas se construyan desde la complicidad y el afecto y no desde la opresión y el dominio.

4)       Sí apoyo a cualquier mujer cuya libertad y derechos se vean lesionados por el poder patriarcal.

5)      Y sí, voy a seguir teniendo los comentarios moderados hasta que las aguas vuelvan a su cauce, cesen los insultos y descalificaciones y nos dejen en paz a las que intentamos hacer de este mundo un lugar de convivencia en igualdad.

El poder del «pater familias»

Quizá la noticia del verano que más nos ha revuelto las tripas (dejando al margen los desaguisados del desgobierno) ha sido la confirmación de que los huesos encontrados en la finca «Las Quemadillas» son humanos. Ya hay un cuarto informe que lo corrobora, con lo que las alarmas, efectivamente, se disparan al suponer que el frío y calculador «amantísimo» padre de los niños Ruth y José los pudo asesinar vilmente con el único objetivo de hacer el mayor daño posible a su expareja, Ruth Ortiz. A raíz de este descubrimiento, se publicaron numerosos comentarios en los medios y la gente se rasgaba las vestiduras preguntándose cómo puede existir un ser tan desalmado.

Pero lo cierto es que José Bretón no es el único especimen de estas características. Entre el año 2000 y el 2010, 64 menores perdieron la vida en España a consecuencia de la violencia de género (Fuente: Red Feminista). Porque sí, las niñas y los niños también son víctimas, y en demasiadas ocasiones, mortales. Pero en este, y en otros países, todavía prevalece la mentalidad patriarcal de que un padre es incapaz de hacerle daño a un hijo o una hija, y se olvidan del alto porcentaje de abusos sexuales y esas «minucias» que ocurren en las mejores familias, se olvidan de la misoginia imperante y que el objetivo último es hacer daño a las mujeres, aunque se sacrifiquen a los/as menores en el camino.

El «pater familias» sigue siendo tan importante que el ámbito judicial considera, por ejemplo, que es mejor que un maltratador tenga la custodia de una menor antes que la tenga una mujer víctima de violencia que permanece en un centro de acogida. Se sigue pensando que es mejor ejemplo para un niño o una niña un padre (por muy violento que sea) antes que una madre con dificultades, porque claro, qué mejor para un/a menor que tener el videojuego de última generación que le puede facilitar su papá maltratador pero rico, que la seguridad y el afecto de su mamá pero pobre (a raíz normalmente de que el susodicho maltratador pasa olímpicamente de garantizar pensiones compensadoras). Lo cierto es que el «padre» siempre gana, lo que implica que gana el patriarcado, el machismo y la misoginia.

Y últimamente parece que los «pater familias» están excesivamente empoderados porque encuentran eco político y social para ello. La imposición de la custodia compartida sigue ganando adeptos/as, la denostación del feminismo sigue creciendo, el discurso deslegitimador y violento contra este movimiento que aboga por la igualdad rebosa por diferentes foros de Internet. La última demostración del poder del «pater familias» = patriarcado tiene nombre y apellidos: Alicia Murillo. En las últimas horas hemos asistido desde las redes sociales y páginas web de Internet al acoso y derribo de la feminista. Entre feminazi y puta oscilan las «lindezas» en las que se mueven los machos desaforados, heridos en su orgullo viril por una mujer que se ha atrevido a visibilizar y evidenciar el hostigamiento y acoso que sufrimos las mujeres diariamente en los espacios públicos.

Ya se sabe que todas las mujeres somos putas cuando no cumplimos con los mandatos de género tradicionales, y ahora las que nos rebelamos en lugar de feministas somos feminazis (todo con tal de deslegitimarnos). Y es preocupante el calado de este discurso en la población en general porque tengo la extraña sensación de que en muchos contextos está pesando más el discurso antifeminista que el feminista. Y eso nos tiene que conducir a la reflexión sobre las estrategias que estamos utilizando para llegar a la población y especialmente a las mujeres, a las «normales», no a las académicas, ilustradas y burguesas abanderadas de un feminismo excluyente, sino a las víctimas de violencia, a aquellas cuyos derechos son vulnerados diariamente y que no acaban de ver la relación entre el feminismo y sus problemas cotidianos.

A quienes están materializando el feminismo en la cotidianeidad, como Alicia Murillo, les está costando caro (y esto sin irme a Lydia Cacho y su «abandono» forzado de México que sería objeto de otro post). Pero también está sirviendo para visibilizar que frente a la sinrazón patriarcal, la sororidad también se hace presente en lo virtual y en lo presencial.

Hoy más que nunca, frente a las humillaciones, vejaciones, acosos, privaciones,… violencias que sufrimos las mujeres por parte de una supremacía del macho dominante, es más que procedente recuperar el viejo eslogan de Rosa Luxemburgo, con un pequeño matiz: ¡Feminismo o barbarie!

La distracción del verano

Estoy convencida de que la venerable ancianita que ha destrozado la pintura esa del Ecce Homo que ni dios conocía, en el pueblo del que nunca había oído hablar hasta ahora, pero que tiene nombre de pijo,  es un topo del PP. Sí, un topo (o mejor una topa) entrenada para desviar la atención de los asuntos realmente importantes. Porque si no, no me lo explico. No me explico que con la que está cayendo (recortes y más recortes, atención sanitaria negada, vulneración de derechos,…) las redes sociales se hayan «colapsado» de gente que se parte el culo con la «proeza» de la señora.

Reconozco que al principio me hizo gracia, pero después de que me hicieran una profunda reflexión al respecto, ya maldita la gracia que me hace. Esa pobre señora se ha convertido en blanco de burlas y objeto de una posible demanda por daños al «patrimonio». ¡Coño ni que se hubiera cargado un Velázquez! Y mientras, en España, los ministros se compran áticos de medio millón de euros, pontifican sobre lo estupenda que es la enseñanza segregada por sexos, van a retrotraernos a las mujeres al medievo con la reforma de la ley del aborto, las personas inmigrantes se quedarán sin atención sanitaria en unos pocos días, nos van a rescatar y los banqueros podrán seguir cobrando medio millón de euros al año (pa’ comprarse un ático al lado del ministro). Y medio Internet volcado en una pintura de un Ecce Homo. ¡Así nos va!

Fuera de España también pasan cosas «estupendas»: el fin del Ramadán ha desatado a todos los machis de El Cairo (entiéndase que lo del Ramadán es una excusa como cualquier otra para dejar que el machismo y la misoginia campen a sus anchas), un congresista estadounidense se ha desatado solo, sin necesidad de Ramadán, y ha dicho que a las mujeres, cuando nos violan de verdad, se nos tiene que cerrar algo para no quedarnos embarazadas. Yo me he puesto a buscar desesperadamente el «algo» que se supone que se tiene que cerrar pero no lo encuentro. Ainssss! igual no soy una mujer normal, le preguntaré al tal Akin, a ver qué opina. Tampoco entiendo eso de las violaciones legítimas, debe ser que no soy republicana yanqui, porque en nuestro país lo de ser republicana es otra cosa, aunque los machis, sean de izquierdas o derechas, en ocasiones tienen planteamientos muy similares respecto a las mujeres, qué curioso, no?

Y así, entre declaraciones y noticias misóginas, va pasando una el verano más caluroso de la historia (al menos el más caluroso de la historia que mi escasa memoria recuerda).

Eso sí, también hay buenas noticias, frente al acoso y hostigamiento en los espacios públicos que sufren las egipcias, y todas las mujeres en todos los países, desgraciadamente no es un fenómeno exclusivo de El Cairo, hay iniciativas que se rebelan frente al acoso. En España, gracias a mi nueva ídola, Alicia Murillo, se está llevando a cabo el proyecto «El cazador cazado» consistente en evidenciar, encarar, filmar y denunciar el hostigamiento en la calle. Absolutamente recomendable el blog de Alicia. En Nicaragua, otra interesante experiencia del Colectivo O-KAN (gracias a June Fernández por compartirla en Facebook), me hace creer que la resistencia sigue siendo posible, que las mujeres cada vez estamos más hartas de la violencia, de las violencias que sufrimos en todas partes y por todas partes y cada vez somos más creativas para desarrollar estrategias de afrontamiento y denuncia.

Y para soportar mejor lo que queda de verano y lo que queda de la legislatura que pasará a la historia por destruir el Estado de Bienestar, os dejo la creación artística más lúcida e inteligente que he visto en mucho tiempo. Algo que nos tendría que hacer reflexionar (además de reír), yo me lo he pasado en grande (gracias, gracias, gracias a Alicia):

http://www.pikaramagazine.com/?p=6771

Un mes de infarto… y lo que nos espera!

Se acaba julio y tengo la sensación de no estar de vacaciones. Entre subidas y bajadas de la dichosa prima, manifestaciones, reuniones, ruedas de prensa y cabronadas varias de la gente que se supone guay y en la que deberías poder confiar ha sido un mes «estupendo». A Rajoy le debe haber parecido igual de estupendo, total, eso de joder al personal a la derecha le viene de viejo y no se les caen los anillos por reducir derechos y prestaciones; cargarse leyes como las de la autonomía personal y atención a la dependencia o la de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo le debe parecer a los/as fachas del PP peccata minuta. Y así nos tienen, con un sobresalto tras otro, rearmándonos para combatir la modificación del aborto que se nos viene encima y sin poder descansar, que ya se sabe que es una estrategia de tortura, agota al «enemigo» y así tendrá menos fuerzas para combatir… pero no lo lograrán, resistiremos (aunque sirva a de poco a las mayorías absolutas). A Gallardón (el ex-«chachiprogre» del PP) no le conmueve nada, ni las madres que han tenido embarazos de fetos con graves malformaciones, ni especialistas de reconocido prestigio, ni su propia gente, ya que según las encuestas esta reforma no la comparte ni la conservaduría pepera.

Pero por lo que parece hay otros intereses en juego, y sospecho que además de las presiones de la iglesia, algún pepero debe tener una red de clínicas abortistas (o piensa instalarla próximamente) porque lo único que mueve al PP es el dinero y el afán privatizador. Si no, no lo entiendo, no me puedo creer que sea pura y dura misoginia, con lo bueno que parecía el hombre que hasta fue portada de Zero (¿se hundiría por eso?) y contestaba tan simpático a esos izquierdosos de «El Intermedio» o «Salvados».

¿De verdad Gallardón vas a retrotraer los derechos de las mujeres al oscurantismo medieval? ¿De verdad vas a vulnerar los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres?

Sólo espero que las feministas que hemos salido a la calle para protestar por la reforma laboral, por los recortes y por todos los desaguisados de este desgobierno, nos sintamos tan arropadas por nuestros compañeros/as progresistas cuando tengamos que salir a la calle para defender nuestro derecho a decidir libremente sobre nuestro cuerpo.

A las barricadas!!!

Me he pasado la mañana pegada a La Sexta, la única cadena que se puede ver medianamente decente, escuchando cómo, entre aplausos y vítores, el PP se va cargando lo poco que va quedando del Estado de Bienestar. Mientras las calles de Madrid se iluminaban anoche (10 de julio) por la protesta minera, por cientos de  miles de personas a las que aún queda dignidad y coraje, esta mañana la marcha ante el Ministerio de Industria, ha estado acompañada (además de por cargas policiales de última hora), por los nuevos recortes del desgobierno de España.

Resulta indignante ver y escuchar cómo los diputados y diputadas del PP aplauden que se les reduzca la prestación por desempleo a 5 millones de personas en paro, que el personal de las administraciones públicas nos quedemos sin la extra de navidad (adios al consumo navideño y a la reactivación de la economía), que las personas dependientes vean menguados sus derechos,… resulta tan vergonzoso escuchar cómo desde la bancada pepera se insta a los/as sindicalistas ¡a trabajar! como si el facha que gritaba se partiera el lomo por los derechos de la ciudadanía. Y ni una sola palabra ni medida por parte del gobierno sobre la banca, sobre las grandes fortunas y sobre los tiburones financieros que están arrasando el país. Tuve la oportunidad de escuchar la intervención de Uxue Barkos, ole sus ovarios, pero creo que la escuché yo y poco más, porque resulta todavía más vergonzoso cómo más de la mitad de diputados/as dejan su escaño cuando intervienen personas de formaciones políticas minoritarias. Total, ante una mayoría absoluta para qué van a perder el tiempo escuchando (tarea para la que les pagamos con nuestro dinero cada vez más escaso), mejor un cafecito fuera para seguir maquinando cómo nos destrozan la vida.

Y la diana siempre puesta en los/as mismos/as: el personal de las administraciones públicas, pensionistas, personas dependientes y ahora se suman las/os paradas/os. Vamos! toda la población, excepto banqueros, millonarios/as diversos y determinados políticos y políticas. Pero eso es mentalidad pepera: somos escoria, aprovechados/as de un sistema que «no puede seguir manteniéndose públicamente» pero sí de forma privada, así que ala! a privatizar!!! Vamos camino del modelo capitalista por excelencia que ya hemos visto qué éxito ha ido teniendo (recomiendo encarecidamente ver «Capitalism: a love story» de Michael Moore para que nos vayamos haciendo una idea de hacia dónde vamos).

La gente está cabreada, desencantada, pero también frustrada y con miedo. Y mientras sigan instalando el miedo en nuestras conciencias seguiremos amordazados/as para articular la resistencia. ¿Dónde están ahora lxs indignadxs que acampaban en Sol a sus anchas mientras gobernaba el PSOE (el peor partido del mundo por lo que parecía en ese momento)? ¿Es que era más indignante lo que hacía el PSOE que lo que hace ahora el PP? Me huele demasiado a instrumentalización y manipulación de un movimiento ahora bastante desmovilizado.

Ya sé que este blog no tiene excesiva repercusión mediática, pero desde aquí hago un llamamiento a la unión de las fuerzas de izquierda, no podemos seguir cayendo en el tópico de que «todos son iguales», frente al modelo patriarcal, privatizador, capitalista y neoliberal, es posible hacer las cosas de otra manera. Ya está bien de enfrentamientos entre los partidos progresistas, o se empieza a crear una alternativa unitaria fuerte contra este gobierno facha o me veo trabajando 50 horas semanales por 600 € al mes. Al tiempo, que a eso vamos.

La gran esperanza griega o la utopía de mujeres feministas al frente de Alemania y el FMI

Hoy media Europa está «de los pelos» ante el temor de que Syriza obtenga una mayoría significativa en las elecciones griegas. No entiendo por qué les preocupa tanto Syriza y no les preocupa Amanecer Dorado. Se supone que estos últimos no van a ganar, pero su solo incremento ya es para preocuparse. Tal vez les preocupa que Syriza sea en estos momentos de las pocas voces críticas frente al modelo neoliberal salvaje alemán. Tal vez les preocupa que se escuche que se puede salir de la crisis de otra manera y que alguien quiera poner freno a los desmanes de Alemania y sus socios capitalistas sin escrúpulos, que no dudan en propiciar que un país se hunda mientras sus bolsillos se llenan.

Se dice que las elecciones griegas pueden provocar una catástrofe sin precedente en los mercados, pero la ciudadanía de a pie seguiremos despertándonos todos los días sin notar demasiado los efectos de la «catástrofe». En Grecia seguirá la gente ahogada cada vez más, familias durmiendo en la calle, incremento de suicidios,… pero al FMI le da igual la gente. Ahora a España le piden nuevos ajustes, en las mismas personas de siempre, no en banqueros y políticos, no, en el funcionariado, como si el personal al servicio de la Administración Pública fuese de la peor ralea y tuviera la culpa de la crisis. Yo no soy funcionaria, ni siquiera laboral fija, y mi sueldo baja y baja y mi trabajo sube y sube. ¿Hasta cuándo podremos resistir? Me veo cual minera asturiana lanzando proyectiles a diestro y siniestro y apostada tras una barricada. (Por cierto, todo mi apoyo a la lucha minera).

Qué «jartura» de mundo, ¿y saben lo que más me fastidia? Que Angela Merkel y Christine Lagarde sean mujeres. Urge que las mujeres feministas lleguen al poder para hacer políticas de otra manera, políticas que piensen en la ciudadanía y no en los bancos. Está claro que ser mujer no es garantía de nada, Merkel y Lagarde lo están demostrando. Frente a esa idea que dice que para un hombre incompetente en el poder que esté una mujer incompetente, yo abogo por la erradicación de los y las incompetentes. No podemos aspirar a la incompetencia, a la mediocridad, al capitalismo salvaje y al neoliberalismo por mucho que su modelo lo represente una mujer. Yo ni quiero hombres fachas ni mujeres fachas, quiero mujeres y hombres comprometidas/os con la igualdad, con el bien común no con el suyo personal. Aunque, evidentemente, entre un hombre que se dice igualitario y una mujer feminista, siempre apostaría por las mujeres… llevamos demasiado tiempo faltas de poder y protagonismo como para que sigamos encumbrándoles a ellos.