Pensaba titular esta pequeña reflexión «No es país para gente decente», parafraseando la peli de los hermanos Coen (que por cierto, aún no he visto), pero como creo que la gente decente sí tiene (tenemos) un hueco en este país, y lo que sobra es la escoria, los/as indecentes, los ladrones de guante blanco, los mangantes, estafadores, vividores y explotadores del dolor ajeno, pues eso, al final en un arranque de optimismo, impropio en mí, lo titulo en positivo.
Este post viene motivado porque cada vez más me siento menos orgullosa de ser española, en la época de Aznar y el trío de las Azores me pasaba lo mismo. El mamoneo gobernante me produce una sensación de desasosiego y frustración importante, la desfachatez de los fachas (de quienes siempre pienso que no puede llegar más lejos y siempre me equivoco) es tal, que no entiendo cómo todavía puedo seguir abriendo la prensa sin salir corriendo a vomitar. En los últimos días hemos asistido a frases memorables. Después del «que se jodan» de Andrea Fabra, nos llega la inefable Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, diciendo que lxs jóvenes en este país no emigran por falta de oportunidades sino por «espíritu aventurero«, o la «simpática» diputada del Parlamento valenciano, Pilar Sol, que aseguró que lxs pobres gastan las prestaciones sociales en teles de plasma, o el desvergonzado Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que tras la que hay montada en Madrid para protestar contra la privatización de la sanidad madrileña, afirma que la acción de «abrazar los hospitales» como símbolo del apoyo a la pública es «una muestra de afecto«. ¡¡¡Y se quedan tan anchos!!!
Es que les da igual todo, les da igual que la sanidad madrileña esté en pie de guerra, les da igual dejar a casi toda la plantilla de TeleMadrid en la puñetera calle para colocar a lxs de su cuerda, les da igual incumplir su programa electoral, cargarse la atención a la dependencia, reducir las pensiones, volver a modelos educativos franquistas que no respetan la diversidad lingüística del país,… Lo único que no les da igual es enriquecer a lxs suyos, eso es lo único que les importa. Cuando veo la detención de Díaz Ferrán y la pasta que acumulaba en su casa (y fuera de su casa), se evidencia que no estamos ante una crisis, sino ante un monumental atraco. Pero también les da igual, por mucho que hablemos del reparto de la riqueza, de lo injusto que se está volviendo este país, de la expulsión acelerada de cada vez más familias del sistema, del derrumbe del Estado de Bienestar y el consiguiente aplastamiento de quien pilla debajo, mientras ellxs tengan garantizadas sus prebendas y emolumentos todo estará «bien» (eso sí, a ser posible en torno a 10.000 € al mes, que ser político/a por menos como que no).
Lo de Díaz Ferrán (y lo de todos los «Díaz Ferrán» que aún no conocemos) impulsa a emigrar (y no precisamente por «espíritu aventurero) o coger una metralleta, pero como una es pacifista y tampoco tiene recursos para emigrar, habrá que agudizar el ingenio y el aguante para que lo que nos queda por delante: unidad y resistencia.Y buscar alternativas políticas… esas que en estos momentos no encuentro. ¡¡¡Madina!!! ¿dónde estás? ¿Cabe la posibilidad de que para las próximas elecciones exista un partido político (de izquierdas, por favor) tan cohesionado y tan coherente que se postule como alternativa real a lxs fachas? En estos momentos de desencanto, lo dudo. Igual dentro de algunos post estoy más animada, no sé si será la navidad o la prensa, pero despúes de ver cómo se indulta a torturadores y estafadores y enchironan a un joven rehabilitado por una papelina de nada, y mientras los papeles con la banderita de Europa impresa se acumulan en los bancos suizos, la ausencia de ética y valores me hacen descender a los infiernos.