En agosto de 2004 comenzó a funcionar en Canarias el Servicio de Apoyo Integral a las Mujeres (SAIM). El 30 de abril (a las puertas de la celebración del Día del Trabajo, de forma paradójica) cerró sus puertas. Debe ser la forma que tiene el Gobierno de Canarias de celebrar la igualdad en el mundo laboral: dejar en la calle a quince mujeres trabajadoras y desatendidas a miles de mujeres en nuestras islas.
El SAIM era gestionado por FUNDESCAN (Fundación Canaria para el Desarrollo Social) y cofinanciado por el Instituto Canario de la Mujer (ICM) y el Fondo Social Europeo (FSE). Era un servicio que ofrecía atención telefónica a todas las mujeres residentes en Canarias a través de una línea 900 y atención presencial (social, psicológica, jurídica y laboral) a mujeres en Tenerife y Gran Canaria (islas donde se ubicaba el servicio). La atención abarcaba todo tipo de temas, desde orientación para el empleo, problemas de salud, prestaciones, violencia de género,… pero ahora las más de 9.000 mujeres que fueron atendidas por este servicio durante toda su trayectoria perderán a una profesional de referencia que, desde una perspectiva de género, se había comprometido con su empoderamiento y autonomía personal. Y todo ello porque, al parecer, «los dineros» se acaban (especialmente los del FSE, ya que las partidas propias del ICM para estos temas son ridículas), y la falta de previsión en este sentido ha tenido como resultado el cierre de un servicio importante sin garantías de reanudación. El 29 de abril se celebró una concentración de protesta que reunió a un centenar de personas en una céntrica plaza de Santa Cruz de Tenerife para reivindicar el mantenimiento del servicio, más de 4000 firmas han sido presentadas al ICM demandando la estabilidad de este recurso. Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno. La responsabilidad del control y mantenimiento de servicios de estas características, independientemente de quien los gestione, debe ser de los poderes públicos. Habrá que seguir con interés la respuesta que da a esta situación, que debería estar en coherencia con el propio Plan de Igualdad del ICM y el Programa Canario de Prevención y Erradicación de la Violencia de Género que habla, precisamente, de la necesidad de contar con servicios estables y de calidad para atender a las mujeres, algo que parece que en nuestra Comunidad Autónoma sigue siendo una utopía.
Cuando me hablabas del SAIM, me parecía un logro increíble, siempre comparándolo con hace unos años y Madrid, donde no conocía un servicio integral semejante.
Me parece una lástima que pudieran cerrarlo, espero que no, ¿cómo está el tema en estas fechas?
Hola Mª Eugenia, gracias por tu comentario. En la actualidad el SAIM sigue cerrado pese a las promesas políticas de reanudar su funcionamiento. Ahora tenemos una Directora del Instituto Canario de la Mujer más comprometida, pero el Gobierno de Canarias, en su conjunto, no parece tener un compromiso claro por la igualdad de oportunidades ni por la problemática de las mujeres. Seguiremos informando de cualquier cambio.
Saludos cordiales.
Doy fe de la buena voluntad y del compromiso no solo de la Directora del ICM, sino además de la nueva Jefa de Servicio de Planificación; dos mujeres comprometidas, sensibilizadas y luchadoras sin lugar a dudas. Sin embargo dudo mucho de que las prioridades presupuestarias del Consejero de Economía de este Gobierno de Canarias pasen por consolidar un servicio «imprescindible» en una Comunidad Autómoma como la nuestra, fragmentada en su territorio pero necesitada de recursos especializados y de calidad como el que prestaba el SAIM. Una labor callada en los medios de comunicación, pero que ha sido muy beneficiosa para muchas mujeres de nuestra tierra, que por muchos motivos no tenían acceso a otro tipo de recursos. Ojala, se establezcan otras prioridades que no sean solo la verbena y el bocadillo para ganar votos, se atienda las verdaderas necesidades de nuestra gente y se deje de echar tierra encima de los problemas y crear espejismos de que todo va bien!!!! El SAIM como proyecto subvecionado con fondos europeos fue creado en su momento, con muchas ilusión, para cubrir un vacío existente; igualarnos al resto de mujeres españolas en derechos; y sobre todo como experiencia piloto de cara a ser asumido en el futuro con fondos de la propia CCAA si funcionaba. Este ultimo aspecto más que demostrado…. Mis felicitaciones a todo el personal del SAIM.