Mientras en España se recorta la Sanidad y la Educación, mientras los Servicios Sociales vuelven poco menos que al asistencialismo de la época franquista, mientras los derechos de las mujeres son conculcados a diario (y a partir del destrozo que harán a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva lo serán aún más), mientras los ricos y defraudadores a Hacienda disfrutan de amnistías fiscales y las clases medias pagamos sus desaguisados, mientras el obispo de Alcalá de Henares envía a homosexuales al infierno, mientras… el presidente huye por la puerta de atrás, y no, no ha sido el presidente del Madrid o del Barça el que huye, ha sido el todos los españoles y españolas, mal que nos pese a muchas aguantar a semejante incompetente que no votamos. Parece que todavía los recortes no bastan para calmar a los carnívoros mercados, parece que perder derechos no es suficiente, parece que perder la vida tampoco sacia su codicia, y mientras permanecemos impasibles…
Bueno, no, estoy siendo injusta. No estamos impasibles. Mientras, media España está pendiente del pie de Froilán, que ya se sabe que es mucho más importante que estar pendiente de los derechos que vamos perdiendo. Eso sí, el tiro en el pie de la criatura ya ha desatado la creatividad, y los chistes y comentarios que corren por las redes sociales empiezan a ser muy hilarantes, a falta de pan que no nos falte el sentido del humor. (Y por cierto, ¿no hay ninguna colega con un par de ovarios que le inicie un expediente de riesgo al menor? Por menos se han declarado desamparos, pero ya se sabe, siempre ha habido clases… eso nos lo recuerda el «des-Gobierno» y los mercados a diario).
Retiro lo de la colega con un par… que tal y como está el mercado de trabajo no es cuestión de jugársela, por muchas ganas que nos entren.