Así es como estoy aún después del resultado de las elecciones, por eso (y por otras razones) he tenido «abandonaíto» el blog. La marea azul me ha hundido en una profunda crisis, paralela a la del PSOE, sólo espero que el PSOE se recupere más pronto que yo, que tardaré al menos cuatro años en superar el shock. A los resultados electorales se le han ido sumando «agradables» noticias que han ido jalonando estos días de más angustia y zozobra: el resurgimiento del franquismo, el culebrón del pelotazo de Las Teresitas (esto para quien resida fuera de Tenerife es difícil de resumir en pocas líneas, pero como el caso Urdangarín o el Gürtel son sobradamente conocidos más allá de nuestras fronteras, a ellos remito por la similitud de las tramas, resumiendo: corrupción a mansalva y muy poquita vergüenza con «lo público», que es de todas y todos, cosa que se olvida fácilmente), la violencia de género que no cesa (pese a recordar el 25 de noviembre que siguen siendo necesarios recursos y razones para erradicarla), el intento de asesinato de Norma Andrade o la mujer cuya hija pedía que curaran a su mamá muerta, son sólo algunas de las «buenas» noticias que nos ha dejado este período pre-navideño. Todo ello aderezado, eso sí, con la sempiterna crisis, que no falta tampoco para estas navidades.
Y mientras hay quien se pregunta si el rey dará el mensaje navideño con gafas de sol (preguntas, por supuesto, de gran trascendencia vital), algunas pensamos los deseos para pedir a las reinas magas para el próximo 2012, pero eso, creo que será objeto de otro post.
De momento, me seguiré preguntando por qué en un país mayoritariamente progresista ha triunfado la derecha con una aplastante mayoría. Y terminaré de leer «Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna» de José Mª Izquierdo, para hacerme una idea de lo que se nos avecina. De momento, un adelanto:
«Nos habían parecido hijas de una imaginación calenturienta aquellas descripciones de los aquelarres que hallamos en las crónicas medievales, donde las brujas perpetran sacrificios de niños y se enardecen embadurnándose con su sangre, hasta alcanzar un éxtasis demoníaco. Ahora, a la vista de ese barco abortista que ha atracado en Valencia (16 octubre 2008), comprobamos que aquellos cronistas no exageraban: las brujas, en efecto, existen, y celebran aquelarres, y sacrifican niños, y se embadurnan gozosamente con su sangre, para hacerse dignas ante los ojos de su dueño. Las hemos visto recibir al barco abortista con cánticos, como si estuvieran exultantes de júbilo; y vaya si lo estaban: pues nada regocija tanto a los siervos del demonio como comprobar que su dueño se enseñorea del mundo».
Juan Manuel de Prada, ABC, 18-10-2008
Pues lo dicho, ya lo saben, somos brujas!!! Gracias que de Prada, nos lo ha descubierto. Y de postre, otra «perla»:
«El camino de la igualdad por decreto ha llevado a las mujeres a lugares absurdos, algunos tan extremos como la guerra, donde son violadas por sus propios compañeros (en caso de peligro de muerte, el hombre, por lógica evolutiva, tiende a la violación como estrategia reproductiva inconsciente)».
Alberto Gómez, Libertad Digital, 09-03-2011
Pues otra cosa que aprendemos, queridas niñas y queridos niños (que diría Wyoming), el hombre viola por lógica evolutiva y cuando está en peligro de muerte. Así que, malas mujeres, no pongáis al hombre en peligro de muerte si no queréis ser violadas. Gómez dixit. No voy a publicitar las burradas misóginas de Sostres u otro tipo de especímenes machistas, pero el libro de Izquierdo, si tienen estómago suficiente, es muy recomendable.