Esta mañana, en un zapping radiofónico, yo, que suelo conducir con música para ahorrarme noticias desagradables, que ya bastantes disgustos da la carretera, me enganché a RNE «todo noticias» porque perdí el dial de mis emisoras musicales, y cual no sería mi sorpresa cuando el locutor hablaba del intercambio de políticos varios de un partido a otro como si fuera el juego de la silla.
De CC (Coalición Canaria) se pasaban al PP, pero lo más aterrador es que del PSOE también se pasaban al PP. Y yo me pregunto, ¿dónde quedan las ideologías? ¿Se está en política sólo para «pillar cacho»? Puedo entender perfectamente que la gente de CC se pase al PP y viceversa porque salvo «el profundo sentimiento nacionalista» (que dirían los de CC), sus ideologías son bastante afines, pero del PSOE al PP es casi como un sacrilegio. Hay quien dirá que el PSOE se ha sumado a políticas neoliberales propias de la derecha pero sigo pensando que, si hay algo que diferencia a la izquierda del resto, debe ser su apuesta por las políticas sociales, de igualdad,… y por mantener un Estado de Bienestar lejos de la privatización total que impone el PP en las Comunidades Autónomas donde gobierna.
No le debe preocupar mucho tampoco la política social a CC porque hoy, en ese zapping radiofónico, escucho a Ana Oramas, desperdiciar una pregunta en la sesión de control al Gobierno sobre Política Social, para decirle a ZP: ¿qué opina ud. de que sus colegas sociatas hayan llamado a mi fantástico presi «inmoral y antisocial» en nuestro propio debate sobre el estado de la nacionalidad? (todo esto formulado en plan correcto y tal), a lo que ZP responde: No sé si se ha enterado ud. aún, pero lo que implica actuar de oposición en un Parlamento es que hay que criticar la acción de gobierno (todo esto también dicho en plan políticamente correcto). ¡Qué lástima que Ana Oramas desperdiciara una pregunta sobre política social para semejante «pendejada»! Claro, es que no le puede preguntar al Presidente del Gobierno de España sobre los retrasos en la aplicación de la Ley de Dependencia en Canarias, sobre los recortes en materia de igualdad, en atención a la infancia,… claro, es que eso no depende de papá-Estado, sino del Gobierno Autónomo y, mirar para casa de vez en cuando, haría que le salieran los colores a más de uno/a, es más fácil, decir tonterías en Madrid que dedicar esfuerzos a arreglar la nefasta política social de Canarias.
En fin, para mi próximo trayecto largo en coche volveré a Cadena Dial (que para las noticias desagradables ya me basta la prensa online).