Las otras víctimas de la violencia de género

Tenerife se suma a la trágica lista de víctimas de la violencia de género con el triple crimen ocurrido en el municipio de Adeje. Una mujer, Sofía Ivonne, de 43 años y dos menores, Valentino de 7 y Zoe de 4, pasan a engrosar la macabra suma de la violencia patriarcal. El Ayuntamiento de Adeje convoca para el martes 19 de febrero a las 18 horas en la iglesia de Sta. Úrsula del citado municipio un funeral en memoria de las víctimas y una posterior concentración contra la violencia…

El Foro Contra la Violencia de Género de Tenerife también convoca una concentración el mismo día, una hora más tarde, en S/C de Tenerife, y una, que aún no ha perdido la capacidad de asombro, no puede dejar de sorprenderse ante el texto de su convocatoria:

«Ante el asesinato por violencia de género de una mujer de nacionalidad belga,  que ha tenido lugar en el sur de Tenerife, el Foro Contra la Violencia de Género de Tenerife convoca a toda la ciudadanía a la Concentración que tendrá mañana martes, 19 de febrero, a las 7 de la tarde, en la Plaza de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife para manifestar nuestra repulsa por este terrible asesinato.» (el subrayado en negrita es mío)

Me llama poderosamente la atención la incidencia que se hace sobre la nacionalidad de la víctima adulta. Creo recordar que cuando asesinan a una mujer canaria la convocatoria no dice: han asesinado una mujer canaria, claro que con esta «canariedad» que nos invade puede que la nacionalidad sirva para atraer más o menos asistentes a las concentraciones. De hecho recuerdo que suele ir más gente a las concentraciones de víctimas autóctonas que extranjeras (y si encima son del sur que, como todo el mundo sabe, queda muy lejos, o de otra isla, ya como que nos toca menos la fibra feminista sensible). Yo siempre he pensado que las muertas por violencia de género, son muertas por violencia de género, independientemente de su edad, nacionalidad, lugar de residencia,… pero a lo mejor me tengo que replantear mi «pedigrí» feminista y mis planteamientos tan «universalistas e interculturales» no vaya a ser que me retiren el «carnet homologado de feminista canaria» (porque sí, soy canaria, y mujer, y feminista, aunque no precisamente por ese orden). Pero lo que más me ha sorprendido de la convocatoria del Foro (del cual llegué a ser portavoz hace algunos años y al que ya no pertenezco, supongo que por estos pequeños detalles) es el ¿olvido? de Zoe y Valentino. ¿Nos concentramos sólo para condenar el asesinato de «la belga»? ¿Qué pasa, que Zoe y Valentino no son tan víctimas como la señora? ¿Es que hay víctimas de primera y de segunda en violencia de género? Creo que en este caso se puede hablar de un triple crimen, creo que la muerte, desgraciadamente, nos iguala bastante como para ponernos a hacer distinciones y creo que la repulsa y condena ha de ser por tres terribles asesinatos (en plural).

Las secuelas de este crimen, como de otros crímenes de género, son terribles; a ver cómo se le explica a unos niños y niñas de 4 y 7 años que su compañero y compañera de clase no van a volver porque su papá (presuntamente) les mató, a ver cómo se convive con la ausencia o con no entender dónde están Zoe y Valentino. Estos menores estaban escolarizados en la zona donde trabaja una compañera de la Asociación feminista que presido. Menores que sumarán su ausencia a la de Natalia, la menor de 7 años asesinada en 2004 en Granadilla por el compañero de su madre, o a la niña de 18 meses tiroteada por su padre el verano pasado en Torrejón de Ardoz en Madrid o a la de 7 años degollada por la pareja de su madre en septiembre de 2006 en Ceuta o a los más de 10 menores víctimas de violencia de género en los últimos 7 años.

Son las otras víctimas de la violencia de género, las olvidadas, invisibilizadas, ausentes… Ahora que hemos sido capaces de hacer visible y poner la violencia contra las mujeres en las agendas políticas, no podemos perder de vista la integralidad del fenómeno, olvido que sería imperdonable si realmente queremos apostar por la prevención y erradicación de esta terrible lacra.

   


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *