No, no me falta una letra y quería decir gorda, he dicho lo que he dicho, en uso de mis plenas facultades físicas y mentales. Han tenido que pasar varios días para superar el shock causado por la portada del periódico «El Día» del 9 de octubre pasado y 15 días después nos sorprende la manifestación independentista del día de ayer (24 de octubre de 2009). Últimamente Canarias parece un circo.
Sí, porque más vale tomárselo con sentido del humor y pensar que a algunas personas les gusta hacer y decir payasadas que creerse en serio la cantidad de barbaridades que se leen a diario en el periódico racista y xenófobo por excelencia de Tenerife (El Día).
El 9 de octubre se celebró en Canarias un Consejo de Ministros y el mentado periódico recibió al Gobierno de España con una portada «memorable»: bajo el título «Libertad para Canarias» y el subtítulo: «Canarios sí, pero sin jaula», la panda de sectarios insularistas que cohabita en el nido de semillas de la discordia que es El Día, se pusieron las botas con la machacona idea de que Canarias continúa siendo una colonia dominada por la nación española y la necesidad de ser una nación libre; eso sí, reafirmándose en el paradójico presupuesto de que la Canarias que tanto dicen defender no son siete islas, sino seis, ya que para los disparatados independentistas de Tenerife, Gran Canaria no merece ser considerada isla, sino un islote sin mayor importancia.
Sólo de pensar que hay más de una persona que comparte esas ideas es para preocuparse, aunque afortunadamente no son muchas, tal y como quedó demostrado en la manifestación independentista celebrada el 24 de octubre en La Laguna (con guaguas venidas de esa isla a la que muchos de los convocantes llaman «islote», ¡qué contradictorio!). La soflama independentista que azota Canarias en los últimos tiempos se alimenta de incultura, de un profundo analfabetismo funcional, histórico y cultural que el desgobierno que padecemos en las islas desde hace años se ha ocupado de mantener y perpetuar. Sigue el principio antiguo de «divide y vencerás», tan útil a las maquinaciones pseudonacionalistas y extremistas de los personajes que las alientan como José Luis Concepción (nuestro particular Otegui, pero en guanche) o el editor de «El Día». Qué lástima que una isla tan maravillosa como La Palma (donde yo nací, porque sí, soy canaria) haya dado también personajes tan funestos como Concepción.
Qué lástima que en la aldea global en que vivimos siga habiendo gente más empeñada en dividir que en unir, qué lástima que se siga resaltando más lo que nos separa que lo que nos une. Y qué lástima de tiempo e ideas desperdiciados en luchar por la independencia en lugar de hacer de Canarias una Comunidad Autónoma a la altura del momento histórico que nos ha tocado vivir. Una Comunidad que no tiene que seguir aferrada a «el pasado colonial», una Comunidad que cierre sus heridas de conquista (que hace más de 500 años ¡por favor!, que ni el CSI encontraría un guanche puro a estas alturas!!!) y se una para construir un futuro en igualdad, libertad, respeto y convivencia en la diversidad.
Hoy me siento goda… y también canariona… en solidaridad con todas las personas que están sufriendo ese racismo latente que hay en nuestra tan «amable» isla y como forma de manifestar mi rechazo a hechos como los que describo. Y me siento goda porque a pesar de ser palmera de nacimiento, también tengo sangre gallega, y además de esa «tremenda desgracia» de ser «sangre sucia» (cual Hermione Granger en Harry Potter), tengo vínculos afectivos con medio mundo, porque me siento canaria, española y ciudadana del mundo (aunque como sigamos en las islas por los derroteros que vamos, de Canarias me dan más ganas de salir huyendo que de sentirme orgullosa de mi lugar de nacimiento).
Yo, como otras muchas personas que habitamos estas islas, también queremos una Canarias Libre, sí, libre, libre de políticos corruptos, libre de especulación inmobiliaria, libre de mamotretos y «Tebetos«, libre de fracaso escolar e incultura generalizada, libre de ocupar los primeros puestos del Estado español en violencia de género, libre de racismo y xenofobia en aumento, libre de desempleo, libre, en definitiva, de quienes han conducido a Canarias al lamentable estado en el que ahora se encuentra.
Para ampliar información desde una perspectiva crítica sobre el desgobierno de Canarias y noticias de actualidad les recomiendo la web de Canarias Bruta.
(*) Godo/a: Dícese del término utilizado de forma despectiva en Canarias para aludir a las personas peninsulares, especialmente las residentes en las islas (que en opinión de muchos/as, nos han venido «invadir» y a «colonizar»).
Godo-canario: Dícese del término utilizado por Ana Oramas (Coalición Canaria) para designar al líder del PSC-PSOE, nacido en Gran Canaria, Juan Fernando López Aguilar (un político que, a diferencia de otros/as, es capaz de decir más de tres palabras seguidas con sentido).
Desde luego, ¡cómo está el patio por esos lares! Creo que llevas razón en todo lo que expones, aunque sólo haya estado una vez en Tenerife y paisajísiticamente hablando, me parecía otro «mundo», está clarísimo que los canarios son tan españoles como los madrileños o los riojanos, así que a ponerse las pilas para mejorar en todo lo que comentas, y menos politiqueo barato (se lo digo a los independentistas).
Besos de una goda