La vida a veces es muy injusta, siempre nos dejan las mejores. Hoy 2 de marzo, recibimos la peor noticia que nos han podido dar: una compañera de causa se ha ido, después de haber luchado en múltiples batallas, y haber librado la peor con la mayor valentía y coraje que he conocido. No le ha podido ganar la batalla a la muerte, pero nos ha dejado un ejemplo de dignidad, resistencia y amor por la vida que siempre nos acompañará.
La verdad es que hace mucho que dejé de creer en cielos, infiernos o limbos, pero sí estoy segura que a partir de hoy, habrá un lugar especial donde descansará el alma de Mapy y desde donde nos acompañará a las que nos quedamos para seguir librando otras batallas.
Con Mapy compartí espacios desde hace muchos años. Presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes de Canarias “ADEI”, compartimos la crítica constructiva a las políticas de igualdad del Gobierno de Canarias mientras fue miembra de la Comisión para la Igualdad del entonces denominado Instituto Canario de la Mujer. Integrante del Consejo Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de S/C de Tenerife durante varias legislaturas, creamos alianzas para defender la atención a las mujeres del citado municipio.
Desde 2011, compartíamos espacio, manifestaciones y pancarta, complicidades y feminismo afectivo en Contramarea. Hoy es un día triste, demasiado triste para todas las que tuvimos la oportunidad de disfrutar de un pequeño trocito de la vida de Mapy, pero también somos conscientes de que nos ha dejado mucho: su vitalidad, su valentía, su sonrisa, su ironía, su sentido del humor, su lealtad, su compromiso, su amistad,…
De Mapy sólo se me ocurren cosas buenas, y es muy jodido que se nos vayan las buenas y se queden quienes están haciendo de este mundo un lugar inhabitable. Mapy hacía justo lo contrario, irradiaba luz y belleza a quienes la rodeaban y trabajó mucho por la igualdad y por los derechos de las personas desde su profesión, como Trabajadora Social que era.
Las despedidas siempre son difíciles y duras, y más en esta ocasión que nos llega demasiado pronto. Probablemente se me hayan quedado muchísimas cosas en el tintero, seguro, pero ahora es tiempo de llorar las pérdidas y compartir el duelo.
Mapy, siempre estarás en nuestra memoria y nuestros corazones. Descansa en paz.