Y se acaba otro año…

El mes de noviembre se ha quedado sin comentario. Sé que debería haber puesto algo en torno al 25 de noviembre pero el tiempo en estos últimos dos meses ha pasado a una velocidad de vértigo y las múltiples ocupaciones han trascendido por encima del tiempo para la reflexión.

Casi 90 mujeres han sido asesinadas hasta el día de hoy (20 de diciembre)  por violencia de género y aún no ha acabado el año. Se supone que un final de año impone hacer balance y reflexión de lo que ha acaecido hasta ahora, en un año que ha sido especial y doloroso por muchos motivos.

2008 ha estado marcado por la gloria y la tragedia, por la esperanza y la crisis. El que fue año olímpico (de ahí lo de la «gloria») recibió un duro revés en nuestro país en el mes de agosto con la tragedia de Barajas, algo que nos conmocionó profundamente.

Pero meses después, la elección de Obama en EE.UU. abrió una puerta a la esperanza del cambio, al reto de que puede ser posible hacer las cosas de otra manera (aunque frente a Bush cualquier manera será bienvenida ¿puede haber alguien peor?) y a un hecho histórico: el primer presidente negro de la democracia americana. Ahora sólo nos queda esperar por el próximo hecho histórico, que una mujer se siente en la Casablanca (o ya puestas, en la Moncloa).

Y dentro de esa nueva manera de hacer las cosas, dentro de la gestión de la política globalizada, la política económica tiene que sufrir una radical transformación. El año de la crisis nos alerta sobre la necesidad del cambio. O transformamos el modelo neoliberal generador de injusticias sociales, o esto no es más que la punta del iceberg de lo que se puede avecinar.

A ver si el movimiento ecologista tiene más éxito que el feminista y realmente se apuesta por un desarrollo sostenible, por las energías alternativas y todo eso,… para hacer frente a la crisis.

Y bueno, no es que el feminismo no haya tenido éxito (aquí estoy yo, sin ir más lejos, con un blog, diciendo lo que me apetece gracias a mis predecesoras que se lo curraron mucho), de hecho el feminismo institucional está trabajando a marchas forzadas: si el 2007 nos deparó la Ley de Igualdad, el 2008 se cierra con el Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Sexual, promovido por el Gobierno de ZP, y con una prometedora reforma sobre la ley del aborto (a ver si es verdad!). Sin embargo aún queda mucho por hacer, y esperamos que 2009 sea, simplemente, un año mejor, más feliz y más igualitario,

Bueno, y como voy a desconectar del mundo hasta el 7 de enero, aquí van unas recomendaciones para estas fiestas:

– Regalen cosas prácticas, didácticas y que favorezcan la igualdad (hoy vengo traumatizada del cumple de la hija de una amiga: 4 años y una sobredosis de accesorios y kits de «Barbie», mi cuento educativo quedó sepultado entre tanto rosa). Música y libros siempre será una buena opción para gente adulta y con cerebro (sí, hay gente adulta sin cerebro, bueno, tienen algo que la ciencia denominaría como tal, pero no les funciona), así que les recomiendo:

* CD de Arita Mitteenn

* CD de Carmen París (la acabo de redescubrir y es magnífica)

* Recopilatorio de Ana Belén (me lo acaban de dejar como regalo de reyes adelantado y está muy bien)

* CD de Lila Downs

* CD de cualquier mujer que haga música comprometida y no dañe nuestra autoestima

Por lo que respecta a los libros, recomendaciones básicas:

* Huyan de las grandes superficies y de los éxitos de ventas (salvo La elegancia del erizo, que ese está muy bien), olvídense del pijama de rayas y vayan a cualquier librería de las de toda la vida, y compren buena literatura (Ana Mª Matute acaba de publicar su último libro «Paraíso inhabitado», en mi hogar, y no soy yo, se espera ansiosamente por el «Cervantes» para esta autora, a ser posible antes de muerta, gracias)

* Y a ser posible también lean algún ensayo feminista: Elena Simón acaba de publicar «Hijas de la igualdad, herederas de injusticias» que ya convenientemente he regalado.

Bueno, luego no digan que no saben qué comprar, jeje.

Pues lo dicho, que en estas fiestas sean lo más felices que puedan, que conduzcan con cuidado, que beban y coman con moderación y… ¡qué diablos! que se lo pasen de escándalo!

Que 2009 sea un año más justo, solidario e igualitario para todas/os (y cuando digo todas/os significa todAS/OS, personas de otras culturas, de otras etnias, de otras edades,… personas diversas, iguales en dignidad, iguales en derechos)… a ver si determinadas «personas» (por llamarlas de alguna manera) en Canarias y en otros lugares abandonan de una vez para siempre la xenofobia y el racismo y nos centramos de una vez en lo que nos une, que es mucho, y no en lo que nos separa.

¡¡FELICES FIESTAS Y FELIZ AÑO 2009!!