Si todo es feminismo, nada lo es

Este 8 de marzo no he podido estar en la calle porque una pequeña, pero incordia, intervención quirúrgica el viernes 7 me lo ha impedido. Tampoco tenía gran motivación, la verdad sea dicha; que el 8 haya sido el sábado de piñata carnavalera y que la manifestación se haya convertido en un desfile de disfraces no me animaba mucho como buena anticarnaval que soy. Pero lo que me desanimaba del todo es que, menos defender los derechos de las mujeres, este 8M lo aglutinaba todo: el antirracismo, el anticapitalismo, el anticapacitismo, el antiespecismo, el antifascismo, el antimilitarismo, la antilgbtifobia,… ¿Ha de ser el feminismo el cajón de sastre de todas las luchas? Mi respuesta es no. La lucha feminista es la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos, oportunidades y trato frente a un sistema patriarcal, opresor y enajenante. Eso no es obstáculo para que tengamos un planteamiento interseccional y consideremos todas las variables que, sumadas al sexismo, hacen de las vidas de las mujeres un infierno. ¿El racismo agrede a las mujeres negras? Por supuesto. ¿El capitalismo y el sistema neoliberal precarizan la vida de las mujeres? Sin lugar a duda… Pero la base de nuestra opresión es la diferencia sexual y la construcción desigual de género en torno a ella, el sexismo, el machismo, la misoginia… contra eso combatimos en primera instancia, luego sumemos y transversalicemos otras luchas, pero sin olvidar quiénes somos el sujeto político del feminismo: las mujeres.  Sigue leyendo Si todo es feminismo, nada lo es