Cuando dejé el activismo feminista dije que seguiría siendo feminista a pesar de las feministas (aunque lo correcto es matizar: a pesar de algunas feministas). En el feminismo he conocido las pensadoras más lúcidas y las mujeres más maravillosas del mundo y también a quienes se dicen feministas y acaban haciendo políticas en contra de nuestros derechos y bienestar. Por eso, a partir de ahora creo que es más importante fijarnos en los actos más que en las palabras, especialmente en momentos en los que la mentira se ha instalado en nuestras vidas como forma de comunicación política. Sigue leyendo Hechos, no palabras. Reflexiones preelectorales