En los días posteriores al 2 de julio, media España ha sido un clamor pidiendo justicia ante el asesinato de Samuel Luiz, un chaval de 24 años de A Coruña, brutalmente apaleado hasta su muerte por una panda de jóvenes de edades similares (menores incluidos). Samuel era gay y, nada más conocerse su orientación sexual, se consideró que había sido un crimen homófobo porque su principal asesino lo había increpado al grito de “para de grabar o te mato, maricón”. El relato de testigos indica que todo se desencadena porque el asesino piensa que Samuel lo está grabando con el móvil. Personalmente soy de las que piensa que “maricón” fue un insulto añadido, homófobo, sí, pero como podía haber utilizado “cabrón” y que, justo en este caso, salvo que el asesino principal y sus cómplices conocieran la orientación sexual de Samuel (cosa que está por demostrar), la motivación principal no fue la homófoba. Sigue leyendo Violencias y masculinidades