Faltan pocas horas para que finalice el estado de alarma en nuestro país, una situación inédita para intentar detener el avance de un virus mortal al que poco le han importado los cierres perimetrales y las alarmas porque se ha agarrado al egoísmo y la irresponsabilidad individual de quienes se han saltado las normas para frenarlo. Más de tres millones y medio de contagios y casi 80.000 muertes, pero eso sí, la “libertad” de tomar cañas que no nos la quite un maldito virus. “Mientras a mí no me toque, que le den al resto del mundo”, esa es la máxima del neoliberalismo salvaje, esa es la ideología que ha sustentado el triunfo en Madrid de una palabra sin programa, una palabra a la que han vaciado de contenido. Y mientras aquí vivimos rodeados de privilegios, sin valorar lo suficiente los sistemas públicos de bienestar que tenemos (educación, sanidad, servicios sociales,…), en otros rincones del planeta se juegan la vida para alcanzar los derechos que disfrutamos en el privilegiado occidente. Sigue leyendo Sobre privilegios, opresiones, desigualdades e injusticias