Dudaba si titular este post “El Trabajo Social será feminista o no será” o “El Trabajo Social ante los derechos sexuales y reproductivos” o “El Trabajo Social no está para cuestionar las libres decisiones de las mujeres”… porque de todo eso va esta primera reflexión del año. Tuvimos un 2020 convulso con la pandemia por COVID-19 y no es que el 2021 se augure mejor, al menos durante sus primeros meses, pero la finalización del año nos dio una alegría proveniente de Argentina. La lucha de las compañeras feministas por garantizar interrupciones voluntarias del embarazo seguras dio sus frutos y Argentina pone fin a miles de abortos clandestinos, con el riesgo que suponían para la salud de las mujeres.
El 30 de diciembre fue una fiesta en redes sociales y la emoción de haber materializado tantos años de lucha se notaba, pese a la distancia física que nos separa, pero también fue un día de profundas decepciones profesionales. Formo parte de distintos grupos de Trabajo Social en Facebook, algunos integrados mayoritariamente por colegas de Latinoamérica, y claro, también en esos grupos, la aprobación de la ley de plazos argentina ha sido tema de debate. Lo triste ha sido leer numerosos posicionamientos cuestionando esa nueva ley, cuestionando el derecho de las mujeres a decidir, cuestionando los derechos sexuales y reproductivos, y todo ello desde posiciones morales o religiosas (desde argumentos con Jesús y la biblia por banda hasta colegas varones metidos en nuestro útero, porque claro, ya se sabe que ellos son los que paren y, por tanto, pueden opinar con conocimiento de causa). En fin, que si hubiera sido una tertulia de cuñados de bar, pues vale, pero que ciertos argumentos antiderechos provengan de colegas de profesión es realmente preocupante. Sigue leyendo Trabajo Social, ética y feminismo