Vivimos tiempos convulsos… y no solo en Cataluña (véase Chile). Hay un descontento generalizado de la ciudadanía con sus gobernantes; mientras la corrupción campa a sus anchas, la brecha entre ricos y pobres se agranda cada vez más. Y no parece que ninguna opción política (con posibilidades reales de gobernar) tenga una solución eficaz para afrontar las desigualdades e injusticias; en cambio, son especialistas en enzarzarse en debates absurdos o en pillar sillones y privilegios. Sigue leyendo ¿Cambios o revoluciones?